“La Casita” es un proyecto de experimentación y renovación pedagógica que se inicia en el curso 1986-87 con el principal objetivo de acercar a los padres del alumnado –cuyas profesiones, en ese momento, estaban relacionadas con la construcción en el 85% de los casos- e incorporarlos a las actividades y la vida del centro.
La propuesta que se hizo, no solo a los padres del alumnado sino a la comunidad en general, fue la de construir en el patio del colegio una casita, a escala infantil, que permitiera, durante el proceso de construcción, establecer vínculos entre el centro educativo y la comunidad circundante, que favorecieran el conocimiento y el entendimiento mutuo. Y, una vez construida, quedaría como un marco ideal para el desarrollo del juego simbólico y de representación de papeles, de capital importancia en esta etapa del desarrollo infantil.
El proyecto salió adelante sin dotación económica alguna. Todos cuantos participaron lo hicieron de manera altruista, unos regalaron los materiales, otros su tiempo, su conocimiento y su trabajo, hasta hacer realidad el proyecto. No obstante, al final, había que sufragar algunos gastos, relacionados con ciertos elementos del mobiliario y otros objetos, que no se pudieron obtener en Albolote y, en ese momento, intervino la Fundación Francisco Carvajal aportando una cantidad de dinero (100.000 pts.) que permitió culminar esta fase del proyecto como se esperaba. También sufragó una parte de los gastos de edición de un libro que recogía las vivencias tanto de la fase de construcción como de las primeras jornadas de juego, una vez que los niños y niñas tomaron posesión de ella.
Fase de construcción
Durante la fase de construcción, los padres y otros adultos que aceptaron participar en el proyecto venían a trabajar en su tiempo libre y, los niños y niñas, organizados por grupos que iban rotando, participaron en todas y cada una de las tareas. También salieron del colegio para visitar los talleres de carpintería, metalurgia, cantería… en los que se elaboraron elementos para La Casita.
Fase de juego en La Casita
Una vez construida e inaugurada -con la asistencia de las autoridades educativas- los niños y niñas tomaron posesión de ella y comenzó la fase experimentación a través del juego que se desarrollaba en torno a este excelente recurso educativo.
Los escolares representaban en sus experiencias de juego todas las situaciones que, en la vida real, se dan en una vivienda familiar y realizaban aquellas tareas propias del hogar: cocinar, limpiar y ordenar, lavar y planchar la ropa, así como cuidar a los bebés con esmero.
Estas ricas experiencias de juego, desarrolladas en un marco tan familiar para los pequeños, donde ellos se sentían integrados, seguros y felices, proporcionaban a las maestras multitud de situaciones para trabajar avanzando en la adquisición y el afianzamiento de todo tipo de conocimientos y destrezas de tipo social, sensorial, espacial, temporal…
Desde sus inicios, La Casita constituyó el principal centro de interés de los niños y niñas escolarizados en el Colegio Lucilo Carvajal y, en la actualidad, casi treinta años después de su nacimiento, sigue viva y el colegio brinda, a los padres y madres del alumnado, la oportunidad de participar con sus hijos e hijas en las jornadas de juego en La Casita.
Con la idea de facilitar a futuras maestras, así como a padres y madres, que obtuvieran el máximo partido de este recurso educativo, las maestras promotoras del proyecto elaboraron una Guía del Juego en La Casita, en la que se recogen una serie de orientaciones sobre las posibilidades que ofrecen estas experiencias de juego.