ALBOLUT-Parque Infantil de Tráfico
El éxito del proyecto La Casita fue tal que, tanto las maestras como la comunidad educativa del Colegio Lucilo Carvajal, deseaban seguir abundando en ese modelo de escuela abierta y participativa que tantas satisfacciones estaba proporcionando y, en ese clima de estrecha colaboración surge, a iniciativa de las maestras y a finales de la década de los ochenta del pasado siglo, la propuesta de construir un parque infantil de tráfico que, a modo de un pueblo a escala infantil, sirviera de marco para el desarrollo de actividades encaminadas a la Educación Vial de los más pequeños. El proyecto, reconocido también por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía como Proyecto de Innovación Educativa, requirió cuatro años de preparación, debido a su embergadura. La construcción se inició a principios del curso 1992-93 y en junio de 1993 fue inaugurado con un acto muy emotivo, al que asistieron todos los participantes, las autoridades locales, educativas y de tráfico, y también nos honró con su presencia Dñª Agnes Fuertes, esposa de D, Francisco Carvajal, que se desplazó exprofeso desde Madrid, ante la imposibilidad de asistencia de su marido por motivos de trabajo.
Aunque la propuesta de las maestras era, en principio, más modesta, el entusiasmo de la Comunidad Educativa hizo posible que se erigiera –como había sucedido años antes con La Casita- como si de un pueblo real se tratase, con su infraestructura de alcantarillado, energía eléctrica, semáforos para ordenar el tráfico, etc. Se construyó junto al Colegio de Educación Infantil Lucilo Carvajal, formando parte del parque público Guaynabo, en un solar de 800 metros cuadrados, cedido por el Ayuntamiento de Albolote para este fin.
Está constituido por los edificios más representativos que cualquier niño puede reconocer en un pueblo (el ayuntamiento, la iglesia, las escuelas, el mercado…) y unas cuantas viviendas, entre las que se trató de representar los distintos tipos de viviendas existentes en Albolote, en una etapa anterior a la que vivíamos en esos momentos, cuando muchos edificios de interés histórico-artístico o costumbrista, estaban desapareciendo. Así, en ALBOLUT se recogió una casa señorial, otra propia de la burguesía –con una serie de comercios en sus bajos, tales como una farmacia, una panadería-pastelería, una taberna, una barbería- otra de labradores -con un huerto adosado y una buhardilla donde almacenar las cosechas, los productos de la matanza y todo tipo de utensilios-, la antigua casa del médico, etc. y, como no, una casa en obras, donde los niños y niñas, que participaron en todas las fases de la construcción de este proyecto, pudieran seguir jugando a construir.
ALBOLUT contó con la participación de más de 300 colaboradores que, de manera altruista –salvo raras excepciones- quisieron regalar su tiempo, su conocimiento, su experiencia, su trabajo y su ilusión, y en numerosas ocasiones también los materiales necesarios para realizar su obra, aunque, el conjunto de los materiales fue aportación de algunas instituciones, entre las que se encontraba, como siempre, la Fundación Francisco Carvajal. Además del Ayuntamiento de Albolote, y la Fundación Francisco Carvajal, las maestras que coordinaron el proyecto consiguieron implicar a la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y su Delegación Provincial, La Dirección General de Tráfico y su Jefatura Provincial, la Escuela Taller de Albolote, la Agencia del Medio Ambiente, la Diputación Provincial y el Gobierno Civil de Granada.
Una vez concluida la fase de construcción, el entusiasmo de los participantes llevó a asumir el amueblamiento de todos los edificios (no previsto en un principio) haciéndolo con tanto interés y esmero que el resultado se aproximó mucho a un museo costumbrista.
La Fundación Francisco Carvajal, en cuanto tuvo conocimiento del proyecto, aportó 100.000 pts. para los gastos iniciales y, en sucesivas ocasiones, aportó otras cantidades hasta un total de 1.700.000 pts. La administración de estas cantidades fue confiada a las maestras promotoras del proyecto pero, éstas, crearon una comisión a la que se sumaron otras cinco personas, que actuaron como representantes del Ayuntamiento, la Fundación, la Escuela Taller, el colectivo de padres y el colectivo de industriales o artesanos participantes, para que conociesen en qué se iba invirtiendo el dinero y compartieran con ellas algunas decisiones relacionadas con la marcha del proyecto.
ALBOLUT- Parque Infantil de Tráfico estuvo regentado, durante el curso 1.994-95, por una de las maestras del Colegio Lucilo Carvajal, en comisión de servicio, y durante este primer año de funcionamiento, gracias al apoyo de un grupo de voluntarios, entre los que se encontraban algunos policías locales, voluntarios de Cruz Roja y otros, pudo extender sus actividades hasta 2.000 escolares de Educación Infantil y primer ciclo de Primaria, de las provincias de Granada y Jaén, constituyendo un excelente marco en el que se desarrollaban multitud de experiencias relacionadas no solo con la Educación Vial sino con todos los temas transversales del currículum (Educación Ambiental, Coeducación…).
El parque estaba dotado con diferentes tipos de vehículos (karts, motos, bicicletas, un tractor…) ocho semáforos (con su cuadro regulador) y una colección de señales de tráfico, montadas de manera que se pudieran intercambiar, para obligar a sus usuarios a mantener la atención en las señales y evitar que se aprendieran los circuitos de memoria.
Además de en el parque, la educación vial se trabajaba también en las aulas y, ante la falta de materiales didácticos para el alumnado de Educación Infantil, surge el proyecto de elaborar una serie de nuevos materiales didácticos para tal fin. Este nuevo proyecto es premiado con una beca de investigación en la VI Convocatoria de Becas para Proyectos de Investigación dirigida a profesores de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Enseñanzas Especiales, patrocinadas por la Caja de Ahorros de Granada y, una vez credos una amplia serie de materiales y concluido el periodo de experimentación con una numerosa muestra de niños y niñas de Educación Infantil y primer ciclo de Primaria, son presentados al Concurso Nacional de Educación Vial, obteniendo el segundo premio nacional.
En el curso 1.995-96, la actividad de ALBOLUT se interrumpe por falta de apoyo de las instituciones, permanece inactivo unos años y, finalmente, pasa a formar parte de la ludoteca municipal a iniciativa del Ayuntamiento de Albolote.
